miércoles, 31 de agosto de 2011

Un disco espectacular: "En mi hambre mando yo" por J. Oscar Beorlegui


El pasado 25 de agosto tuvimos el enorme privilegio de asistir a la audición para prensa de En Mi Hambre Mando Yo, el esperadísimo nuevo CD de Marea; y no es que la cosa no decepcionara, sino que salimos de dicha escucha absoluta y gratamente sorprendidos. Noqueados por las canciones. Con una sonrisa enorme, tan grande como las de Kutxi, Kolibrí, César, el Piñas y Alén, totalmente exultantes. Radiantes como sólo les hemos visto en contadas ocasiones. Con el hambre de nuevas canciones de los de Berriozar, si no saciada plenamente, sí momentáneamente mitigada, he aquí, tras lo oído, nuestras primeras sensaciones.


Concebido tras cuatro años de espera, compuesto y grabado en los estudios R-5 de Orikain por Kolibrí Díaz y Jaime Sanz ‘Mapatxe’; mezclado por Mike Fraser (AC/DC, Metallica, Aerosmith, Buckcherry…) en sus Warehouse Studios de Vancouver (Canadá) y masterizado por Adam Ayan, habitual de discos de bandas como Pearl Jam, The Rolling Stones o Nirvana, en los Gateway Studios de Portland (Estados Unidos), En Mi Hambre Mando Yo, sexto trabajo de estudio de Marea, es un tratado de cómo ha de hacerse y cómo ha de sonar el rocanrol, digámoslo claramente. Sin rodeos. Un disco redondo, sin concesiones, que se antoja voraz desde que queda abierta la espita con ‘Bienvenido Al Secadero’ hasta que el caudal de música llega a su final, de manos de ‘Pedimento’.


En Mi Hambre Mando Yo es un CD integrado por un corpus de canciones que, de torrencial y brioso discurrir, rebosa rocanrol a borbotones: un rocanrol de especial regusto setentero, radicando la principal y más reseñable novedad en su sonoridad. En que el álbum suena de modo totalmente acorde con los tiempos: cosa de haber sido mezclado y masterizado por los reconocidos productores Mike Fraser y Adam Ayan, perfectísima guinda final al gran trabajo llevado a cabo previamente por todos y cada uno de los músicos, primero en el local de ensayo y, finalmente, bajo la batuta de Kolibrí Díaz durante los meses de junio y julio, en el estudio de sonido; sí, hasta el punto de que fuera de allí no hubo que retocar nada. Que nada de lo registrado en el estudio tuvo que ser editado; ¿el resultado final? Un puchero musical con genuino sabor a Marea que si por algo sorprende esta vez es por su brillantísimo acabado, superando la banda en lo que a sonoridad hace referencia todas las barreras respecto a lo hasta ahora conseguido.


Las canciones de En Mi Hambre Mando Yo, en su punto, marcadas a fuego y sentimiento por el habitual marchamo de los Marea, suenan tal y como lo hacían en la cabeza de Kolibrí, antes de montar en el avión. Diez canciones trabajadas una a una, con inusitada minuciosidad, en las que todo luce con rotundidad y en su sitio: el bajo (más gordo que en discos anteriores), las guitarras (especialmente yanquis en temas como ‘Las Últimas Habitaciones’), la batería (habiéndose montado un kit diferente de tambores y platillos para la grabación de cada canción) y la voz de Kutxi, bastante más nítida, especialmente reforzada por la cálida aura vocal de Arantza Mendoza, encargada de hacer coros. Un disco, en resumidas cuentas, espectacular.

J.Oscar Beorlegui

1 comentario:

  1. Compadre Martín, ya veo que sigues en la brecha, yo recién empecé con esto del blog, así que cualquier día me echas un cable, que ya veo que pilotas mogollón.
    Un abrazo, y que suba la Marea !!!

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